Los días 29/30/31 de junio se celebró, la recreación del primer ataque del Cura Merino a Lerma.

En esta recreación participaron:

• Asociación Cultural de Amigos del Museo Histórico Militar de Burgos (Organizadora del evento).
• 1º Regimiento de Voluntarios de Madrid.
• Asociación Urgull Histórico.
• Asociación de Recreación Histórica Batalla de Vitoria 1813.

También estuvieron con nosotros los Valishcka (Pinchad para ir a su álbum) y Jordi Brum, que como siempre nos dejaron unas fotos espectaculares.

Aquí os dejo un pequeño relato de lo ocurrido.

El viernes por la tarde una columna francesa llego a la villa de Lerma, se dirigió al palacio Ducal, donde se instaló el cuartel general y la oficialidad de la unidad. La tropa acampo en la plaza junto al palacio.

Desde el principio se notó la hostilidad de la población civil, incluso hubo algunos enfrentamientos, así que el coronel decreto el toque de queda y se pregono un bando por el cual, todo civil que fuese encontrado portando armas sería considerado un insurrecto y fusilado en acto.

Por la mañana después de realizar un poco de instrucción en la plaza y ante la negativa de la población a contribuir con alimentos y dinero al mantenimiento de la tropa. Se tuvo que hacer una batida por las casas de la villa para poder obtener los suministros necesarios (los más pequeños disfrutaron especialmente de esta actividad al poder “saquear” caramelos, globos,  juguetes…).

De los altercados de la noche anterior, también tuvimos que dirimir una disputa entre dos caballeros. Cumpliendo con el protocolo, la parte acusada pudo elegir el arma, el duelo seria a pistola. Aunque aparentemente la disputa se había zanjado, no tardó mucho en aflorar de nuevo como pudimos comprobar en Vitoria una semana mas tarde.

Después de comer, disfrutamos un pequeño momento de descanso antes de prepararnos para la batalla.

A media tarde se esperaba la llegada de un columna de refuerzo, que venía de Burgos, pero la el Cura Merino estaba informado y decidió asaltar esta columna antes de que se uniese a la guarnición en Lerma.

Justo cuando la columna de refuerzo tenía a la vista la villa, comenzó el ataque de los hombres del Cura Merino. La línea aguantaba en orden retrocediendo poco a poco, parecía que podríamos llegar a la seguridad de Lerma, cuando una muchedumbre nos atacó por la espalda. Cogidos entre dos frentes, nos retiramos como pudimos, perdiendo el cañón y muchos valientes compañeros. El combate fue tan duro que nuestro sargento perdió medio diente.

Los hombres del Cura Merino se dedicaron a recoger la munición, armas y todo lo que pudiese servir, dándonos tiempo a los pocos supervivientes a agrupamos y nos dirigimos a Lerma, para unirnos a la guarnición.

Justo en la entrada del puedo, el Comandante vio dos civiles sospechosos de pertenecer a la guerrilla y procedimos a su arresto. Efectivamente ambos portaban sendas pistolas y navajas, el bando era claro al respecto y la sentencia fue ejecutada allí misma.

 

Nuestros piquetes intentaron retrasar el avance de los españoles, dando tiempo a levantar un parapeto en la puerta de entrada a la villa. A pesar de hacer una rotación en la puerta para mantener el fuego, el enemigo consiguió abrirse paso y tuvimos que retirarnos luchando calle por calle hasta llegar a la plaza del palacio Ducal.

Allí nos reagrupamos los restos de la guarnición, escasos de munición, sedientos y desesperados ante un futuro incierto. La resistencia fue feroz, pero aunque luchamos con valor, nuestra suerte estaba echada. Una última carga de las tropas del Cura Merino, rompió la resistencia capturando a los pocos hombres que todavía resistían.

Una vez acabada la batalla, pudimos disfrutar de una parrillada hecha en la misma plaza, todo el que quiso pudo unirse a la fiesta, degustando los productos típicos de la zona.

Un saludo.