Este sábado participamos en la IV Escaramuza Guerrillera de Hontoria del Pinar, en el álbum de fotos del facebook de Hontoria del Pinar (fotos de Raul Peñaranda), podeis encontrar algunas de la fotos de este post y muchas mas.
El sábado a primera hora de la mañana parte de la compañía llego a Hontoria del Pinar y comenzó a montar el campamento junto a la iglesia.
A mediodía, realizamos unas rondas por el pueblo leyendo un bando, avisando a la población de que debía pagar los impuestos exigidos, para colaborar con el mantenimiento de las tropas de su Majestad Jose I. Lo único que obtuvimos fueron malas cara, muchos insultos y vivas a Fernando VII.
Durante la comida todo permaneció en calma, hasta que con la llegada del resto de la compañía y ante la negativa de la población a colaborar, el Comandante decidió pasar a la acción y utilizar los recursos a su disposición para recaudar los impuestos. El primer paso fue dirigirse al ayuntamiento, apresar al alcalde y colocar la bandera francesa en su balcón.
Después entramos en las casas para buscar el dinero y los suministros que la población debía aportar y decía no tener, algunos casos tuvimos que usar la fuerza para reducir a los propietarios que se resistían, aunque encontramos lo que habíamos ido a buscar.
En la calle la población empezó a formar grupos y la tensión aumento, generalizándose los forcejeos, insultos y amenazas. La siguiente parada fue en la iglesia y donde tomamos prisionero al cura. Este animo a la multitud mozos del pueblo a alzarse en armas y unirse a la guerrilla del Cura Merino. El enfrentamiento con la población llego al su punto álgido y para aplacar los humos, el Comandante mando fusilar al cura y a varios de los más exaltados, por traición e incitación a la revuelta.
La multitud se dispersó y sospechosamente muchos mozos del pueblo se dirigieron a las colinas cercanas. Recogimos los suministros y nos dirigimos a una ermita a las afueras del pueblo.
Recaudamos alguna pieza más de oro y nos retiramos atravesando el viejo puente romano, camino de vuelta al cuartel.
En cuanto llevamos al llano al otro lado del rio, aparecieron varios guerrilleros a caballo. Dos de ellos se dirigieron con una bandera blanca a parlamentar. Uno de ellos era el propio Cura Merino que nos conminó rendirnos, el Comandante “cortésmente” le mando a la mierda y cuando se retiraron los guerrilleros, buscamos un posición defensiva y esperamos el inminente ataque.
Este no tardo en producirse, de ambos lados de la garganta comenzaron a dispararnos y la caballería de los guerrilleros se dispuso a rodear nuestra posición.
Nos dividimos en dos líneas, una a cada lado de la garganta, con una reserva junto a la bandera y tratamos de contener a los guerrilleros. Las bajas en ambos bandos comenzaron a aumentar, el volumen de fuego empezó a descender al no poder cubrir los huecos en la línea producido por las bajas.
La gente del pueblo al percibir este descenso de disparos, se envalentono y una masa encolerizada atravesó el puente y cargo armada de palos y piedras contra nosotros. Los restos de la compañía formaron entrono a la bandera para oponer una última resistencia. El campo quedo sembrado de los valiente habitantes de Hontoria, pero al final llegaron a nuestra línea, la caballería cerro el cerco, nuestro destino estaba sellado, para nuestra deshonra, el águila del regimiento fue capturada y los varios de nosotros hechos prisioneros.
Fuimos conducidos de vuelta al pueblo, a pesar de haber sido derrotados todavía oponíamos resistencia, uno de nuestros granaderos tuvo que ser escoltado por hasta seis mozas del pueblo para contenerlo, en la plaza del ayuntamiento vimos caer la bandera Imperial del balcón y colocar en su lugar la bandera con la cruz de San Andrés. Cada uno afronto el inevitable destino que nos esperaba lo mejor que pudo, para nosotros todo acabo con el ruido de los disparos del pelotón de fusilamiento, para el pueblo empezó la fiesta.
Una experiencia estupenda, en un paraje espectacular y con todo el pueblo entregado en la recreación. Sin duda habrá que repetir.
Un saludo